Los trastornos del espectro autista abarcan distintos grados, yendo del más leve que es el Síndrome de Asperger hasta el nivel más severo de autismo en que el niño no puede ni desea interactuar con sus padres, profesores y compañeros de clase.
En este artículo te hablamos sobre el Síndrome de Asperger, cómo identificarlo y algunos consejos para apoyar a tu hijo para obtener su máximo rendimiento escolar.
¿Qué es el síndrome de Asperger?
En el caso de los niños con Síndrome de Asperger, a pesar de su coeficiente intelectual suele ser normal o superior al promedio, los demás síntomas de este trastorno suelen acarrear como consecuencia una baja en el rendimiento escolar del alumno al dificultar el trabajo el equipo y la convivencia con sus maestros y compañeros.
En el caso de aquellos niños cuya posición en el espectro autista sea más elevada, generalmente acaba por ser necesario recurrir a ayuda psicopedagógica para apoyar el desarrollo escolar del alumno ya que los padres ocupan apoyo profesional.
Síntomas de que tu hijo puede tener Asperger
Este síndrome afecta a 5 áreas principales:
1. Habilidades sociales y manejo de emociones
2. Habilidades de comunicación
3. Habilidades de comprensión
4. Intereses específicos
5. Habilidades de movimiento
Los síntomas más comunes de este trastorno son:
- Parece no disfrutar o incluso evadir el contacto social y la convivencia con otros niños de su edad.
- No comprende las reglas de los juegos cuando sus compañeros lo invitan y puede llegar a hacer rabietas para tratar de imponer sus reglas.
- No maneja adecuadamente sus sentimientos y dice lo que piensa sin filtrar sus palabras, por lo que puede terminar hiriendo los sentimientos de sus compañeros.
- Tiene dificultades para entender las emociones y ser cuidadoso con los sentimientos de los demás.
- No mira a los ojos a los demás cuando interactúa con ellas.
- Se toma de forma literal lo que dicen los demás, por lo que no entiende el sarcasmo, las bromas y la ironía.
- Cambia bruscamente de un tema de conversación a otro.
- Usa palabras inadecuadas o fuera de contexto al expresarse.
- Se le suele ver ausente y abstraído en sus propios pensamientos.
- Tiene una excelente memoria para recordar datos, fechas, conocimientos, imágenes, etc.
- Es especialmente bueno en sus clases de matemáticas, clases de ciencias, clases de inglés u otros idiomas.
- Demuestra poco interés en los juegos que requieren el uso de la imaginación, como jugar con muñecos.
- Se obsesiona con algún tema en particular a niveles excesivos, como por ejemplo: rompecabezas, dinosaurios, robots, etc.
- Tiene tics nerviosos que repite constantemente para sentirse seguro.
- No tolera los cambios imprevistos y prefiere la rutina.
- Tiene algunos problemas de coordinación motriz.
- Los sonidos fuertes lo ponen muy nervioso.
¿Qué hacer si detecto que mi hijo tiene este trastorno?
Si este es el caso de tu hijo te recomendamos informarte sobre su padecimiento y que te apoyes con sus profesores para vigilar de cerca su avance y rendimiento escolar.
También será de ayuda que en casa le ayudes a repasar las lecciones y platiques con el sobre su día para ayudarlo a reforzar sus habilidades verbales, su concentración y a reafirmar los conocimientos adquiridos en clase.
Si llegas a tener problemas, puedes acudir con un especialista que te oriente sobre cómo puedes apoyar a tu hijo, ya que, como padre, eres su mayor punto de apoyo.
Esperamos que este artículo te sea de utilidad para identificar un posible trastorno de este tipo en tus hijos.